viernes, noviembre 25, 2011

canciones, músicas y rimas.

Haiku
Su mirada
no conoce de eclipses
siempre ilumina


De nuevo el divenire de los días hace estragos en mi.
Hoy no quise acostarme sin darte algo,
Quiero darte (daros) ańimos, fuerzas, sonrisas, paz, esperanza, tranquilidad, y sobre todo amor.
Hasta hace tiempo no comprendí cuán necesaria es la nueva vida, cuantas ilusiones despierta la Luna al salir, cuantos sueños traen los amaneceres.
"Respiras y yo" me lleno de ti,
De todas las cosas, eres la que más me ha sorprendido, ¡con el poco tiempo! que .
llevas acompañando nuestros "cantos de ballena",
"Eres tan poquita cosa" que un universo como el que vivimos no puede alcanzar a tocar tus límites.
"Eres mi pequeño tesoro", "maravillosa criatura" "llorona" "La chispa adecuada". "Nadie como tu"  es capaz de crear "Dos mil recuerdos"
Y ahora nos queda sentir "como hemos cambiado" y "soñar contigo"
Donde "tus sueños" de "Dibujos animados" desde "un mar antiguo" me hacen gritar al infinito
"No puedo vivir si ti"

jueves, noviembre 03, 2011

on o is

Si o no...
la luz estaba apagada aunque recordaba haberla encendido...
Subía o bajaba, ahora no lo recordaba.
Eran varios dos, tres o cuatro los escalones por los que pasaba...
No lo sabía,
lo importante era llegar...
¿o no?

Quiso llegar a la meta,
lo quiso con todas sus fuerzas, ganas e ilusión.
Avanzaba para ello
pero cuanto más avanzaba,
más conocía
y cuanto más conocía
más feliz estaba...
tanto que olvidó donde tenía que llegar.

gateando...

Desde hace unos días venimos sufriendo un divertido terremoto llamado Noäh.
El huracán entra y sale de donde quiere, intentando derribar todo lo que a su paso se interpone.
El tifón intenta erguirse, alzándose como una gran ola de mar.
La tormenta acompaña llena de grititos y risas, persecuciones detrás de la pobrecita mömö.
Aquí tenéis unos momentos de grabación de la persecución

martes, noviembre 01, 2011

2 dientes

La pequeña llevaba tiempo sin imaginar cuentos. No por falta de ideas, que llenaban como siempre su cabeza, con un remolino gigante que hacía que los pelos se le erizasen. No era falta de tiempo, pues los días seguían repletos de los mismos minutos. Era miedo a que los personajes, duendes, sirenas, monstruos no acudieran a la llamada, para poder jugar con ella. Miedo a no saber contar el final adecuado, a no saber encontrar el leñador que ayudó a caperucita, o a no encontrar el castillo donde se encontraba la dama a rescatar por el valiente aventurero. Así que pensando en estos dilemas, se quedó dormida y soñó. Soñó con Morfeo que le contaba historias nuevas, con personajes que no había visto o imaginado nunca. Y antes de despertar le susurró en su oído...
- Puedes subir y llegar a la cima-.
- O puedes caer, y llevarte un duro golpe contra el suelo-.
- Pero en los sueños, siempre hay una tercera opción... Puedes caer, y volar-.