martes, abril 12, 2011
Lunes 10 enero 2011
Érase una vez un ser pequeñito pequeñito. Vivía en una casite verde pequeñita y comía unos bocadillos pequeñitos. Eran de queso con jamón y tomate pero todo lo había comprado en una tuienda pequeñita, el queso era muy oloroso pero también pequeñito, los tomates eran de un huerto que tenía pero también pequeñito y el jamón estaba cortado en tiras muy pequeñitas. Todos eso, se lo zampó, y así ese ser tam pequeñito se dio cuenta que la s ya no era pequeñita sino GRANDE pasó de ser así s a ser así S luego le pasó lo mismo a la E y por último a la R; y así fue como ese bichito tan pequeñito se convirtió en un bichito gradecito.
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