Erase una vez Abuelo y Abuela. Abuelo y Abuela vivían en la Gran Ciudad aunque a veces escapaban del ajetreo de sus bulliciosas vida a Playa. Allí Abuelo comía períodicos y dormía sin parar y Abuela cocinaba exóticos platos con los que Abuelo se relamía los bigotes.
Hasta hace poquito Abuelo y Abuela no eran Abuelo y Abuela, antes se llamaban Papá y Mamá, pero tuvieron que cambiarse el nombre cuando Hija se quedó embarazada. Ahora Hija se llama Mamá porque Bebé nació, hoy hace 2 meses ya de eso.
Abuelo y Abuela estaban emocionados de poder cambiarse de nombre, aunque hasta el día que Mamá no fue a Casa a contarles que Bebé crecía ya en su tripota, no quisieron reconocerlo.
Abuela recorrió toda la Gran Ciudad buscando ropa para que bebé fuese la niña más bonita del mundo.Abuelo se tomó la noticia con mucha cautela y no fue hasta que Bebé salió a ver Mundo cuando se creyó de verdad que ya no era Papá y que por fin se había convertido en Abuelo.
Abuela lloró al escuchar la noticia de su nacimiento.
Abuelo lloró cuando vió a Bebé en brazos de Mamá.
Abuelo y Abuela eran felices.
Desde entonces Abuelo y Abuela se esfuerzan en ser los mejores Abuelos del mundo; cuidan a Mamá para que ella tenga fuerzas para seguir cuidando de Bebé, cuidan y miman a Bebé con una espontánea y dulce ilusión.
Bebé los está conociendo poco a poco; Abuelo es el que la mira sorprendido cada vez que la ve, le dice muñequita mientras tiene su dedo metido en la manita de Bebé. Abuela, es la que a veces, Mamá le deja cogerla, la que la mece como hizo con sus Hijas, y le habla dulcemente para que Bebé no quiera irse con Mamá y se quede un ratito más entre sus brazos.
Nunca os di las gracias por intentar ser Padres (como pudisteis y supisteis hacerlo) pero ahora tengo la oportunidad de deciros que lo estáis haciendo muy bien, Abuelos, muchas gracias por todo.
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